Es que me estruja el corazón

Así es, lo agarra sin preguntar, lo toma en su mano y lo aprieta fuerte… La cosa es que no me hace falta verla, ni escucharla para sentirme mal, me basta con leerla. Y ella sabe que lo hago, sabe que leo con atención cada cosa que escribe, pero sería cruel decirle lo que siento, decirle lo mucho que la extraño, que pienso en ella todos los días, que quiero abrazarla, que me imagino el día en que la vuelva  a ver, que me hace falta, que quiero besarla y sentirla cerca mío, que quiero que todo sea como antes, que no he cambiado…

 

Pero debo esperar, sólo unos cuantos meses, y la tendré frente a mí de nuevo. Dios! me he imaginado ya cada situación en la que nos podríamos ver por primera vez en un año. En el aeropuerto, en mi casa, en su casa, en la escuela, en la calle… Correría hacia ella y la abrazaría fuerte, sentiría su rostro en el mío, no me importaría la cantidad de personas que pudieran estar observando y la besaría, le tomaría la mano y le diría cuánto la quiero. Ella sería la última a quien saludara, pues así ya no me le tendría que despegar más para estar con los otros. Y se sentiría tan bien poder decir su nombre otra vez, acompañado de un «te quiero».

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